La luna es uno de los cuerpos celestes más fascinantes e influyentes del universo. Desde tiempos antiguos, la luna ha sido objeto de adoración y estudio en muchas culturas de todo el mundo.
En el yoga, la luna también juega un papel importante, ya que se cree que sus fases pueden afectar a la práctica y la meditación. En este artículo, exploraremos la relación entre la luna y el yoga, así como los efectos que la luna tiene en la Tierra.
La relación entre la luna y el yoga
La luna y el yoga tienen una conexión especial que se remonta a miles de años atrás. Según la filosofía del yoga, la luna es la representación del aspecto femenino del universo, conocido como la energía lunar o chandra. Esta energía se considera fría, pasiva y receptiva, y está relacionada con el lado izquierdo del cuerpo.
Por otro lado, el sol representa la energía masculina o solar, conocida como Surya, que es caliente, activa y dinámica, y está relacionada con el lado derecho del cuerpo.
En el yoga, se cree que equilibrar estas dos energías es fundamental para lograr un estado de armonía y bienestar. Por esta razón, los yoguis prestamos atención a las fases de la luna y adaptamos la práctica en consecuencia.
Las fases de la luna y su influencia en el yoga
La luna pasa por cuatro fases principales: nueva, creciente, llena y menguante. Cada fase tiene una influencia diferente en el cuerpo y la mente. A continuación, se describen las cuatro fases de la luna y su influencia en el yoga.
Luna Nueva
Durante la luna nueva, la luna no es visible en el cielo nocturno, y se considera un momento de renovación y crecimiento. En el yoga, la luna nueva es un momento para establecer nuevas intenciones y comenzar proyectos nuevos.
En esta fase los yoguis realizamos meditaciones y visualizaciones para atraer lo que deseamos en nuestras vidas.
Luna Creciente
Durante la fase de la luna creciente, la luna parece aumentar en tamaño cada noche, lo que se asocia con el crecimiento y la expansión. La luna creciente es un momento para aumentar la energía y la actividad en la práctica.
Se cree que la energía lunar aumenta durante este tiempo, lo que puede ayudar a mejorar la concentración y la fuerza.
Luna Llena
La luna llena es un momento de plenitud y celebración. En el yoga, la luna llena se considera un momento para la introspección y la meditación profunda.
En Ashtanga Yoga no practicamos en luna llena. Esto es así porque, tanto como las mareas están estrictamente relacionadas con los ciclos lunares, los seres humanos, quienes estamos compuestos en un 70% por agua, también nos vemos afectados por los ciclos de la Luna.
Seguramente te preguntarás cómo los seres humanos nos vemos afectados por la luna nueva y la luna llena. En días previos a la llegada de la luna llena, los fluidos en el cuerpo se incrementan favoreciendo una marejada interna, lo que generalmente conlleva aumento de energía, que deriva en exceso de estimulación.
Otros practicantes de yoga realizan prácticas más suaves y meditativas durante este tiempo para conectar con su yo interior.
Luna Menguante
Durante la fase de la luna menguante, la luna parece disminuir en tamaño cada noche, lo que se asocia con la disminución y el final de ciclos.
En el yoga, la luna menguante es un momento para la reflexión. Muchos practicantes de yoga realizan prácticas meditativas durante este tiempo para dejar ir lo que ya no les sirve y prepararse para nuevos comienzos en la próxima luna nueva.
La influencia de la luna en la Tierra
Además de su influencia en el yoga, la luna también tiene efectos significativos en la Tierra. Uno de los más conocidos es la influencia de la luna en las mareas del océano. La luna y el sol ejercen una fuerza gravitacional sobre el agua de los océanos, lo que causa las mareas.
Además de las mareas, la luna también tiene una influencia en otros aspectos de la Tierra, como el clima y el comportamiento animal. Por ejemplo, algunos estudios han encontrado que hay una correlación entre las fases de la luna y el comportamiento de los animales, como la actividad de los animales marinos y la migración de aves.
Estudios científicos
Si bien la relación entre la luna y el yoga puede parecer mística o espiritual, hay respaldos científicos para algunos de los efectos que se le atribuyen a la luna. Por ejemplo, un estudio publicado en la revista Current Biology encontró que la fase de la luna puede tener un efecto sobre la calidad del sueño humano.
Los participantes del estudio tendían a dormir menos profundamente durante la luna llena, y su sueño también era más corto en general.
Otro estudio, publicado en la revista PLOS ONE, encontró que las fases de la luna pueden tener un efecto sobre el comportamiento humano.
Los investigadores encontraron que los participantes del estudio tendían a ser más activos físicamente durante la luna llena y tenían menos sueño REM que durante otras fases de la luna.
En conclusión, la luna es un cuerpo celeste fascinante que tiene una influencia significativa en el yoga y en la Tierra en general. En el yoga, la luna se considera una fuerza femenina y se cree que sus fases pueden afectar la práctica y la meditación.
En la Tierra, la luna tiene una influencia en las mareas, el clima y el comportamiento animal. Si bien algunos de los efectos atribuidos a la luna pueden parecer místicos o espirituales, hay respaldos científicos para algunos de ellos.
En general, la luna es una fuerza poderosa que merece nuestra atención y respeto.
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