Recuerdo claramente cuando intentaba hacer la postura del loto por primera vez. Como muchos practicantes de yoga, me encontraba frustrada y atrapada en un punto muerto. Mis caderas no se abrían lo suficiente y mis piernas se resistían a acomodarse en la posición correcta. Sentía que, a pesar de mi dedicación y esfuerzo, la postura del loto era inalcanzable para mí.
Un día, mientras conversaba con mi maestra Alexia Pita sobre mis dificultades, me dijo: "Cleo, cada cuerpo es único y requiere su propio tiempo y paciencia. Disfruta del proceso y permite que tu cuerpo se adapte". Esas palabras resonaron en mi mente y cambiaron mi enfoque por completo. Empecé a trabajar en mi flexibilidad y fuerza de manera más consciente y paciente, y poco a poco, mi cuerpo comenzó a abrirse y a permitir la postura del loto.
Quiero compartir contigo lo que aprendí en mi viaje hacia la postura del loto, para que puedas superar tus propias barreras y disfrutar de sus beneficios.
"No puedo hacer la postura del loto". Causas
A menudo, la gente encuentra dificultades para ejecutar esta postura debido a estas 3 razones principalmente:
1. Falta de flexibilidad en las caderas
La rigidez en las caderas puede dificultar la rotación externa necesaria para la postura del loto. Practicar ejercicios y posturas de movilidad de cadera regularmente te ayudará. A continuación te recomiendo algunas posturas:
Baddha Konasana (Postura de la mariposa):
- Siéntate con las piernas extendidas.
- Dobla las rodillas y junta las plantas de los pies.
- Sujeta los pies con las manos y deja que las rodillas caigan hacia los lados.
- Mantén la espalda recta y siente el estiramiento en las caderas y la parte interna de los muslos.
Asian squat o "sentadilla asiática"
La "sentadilla asiática" es una postura excelente para trabajar la movilidad de las caderas, tobillos y rodillas.
- Coloca los pies algo más abiertos que la altura de los hombros y con las puntas apuntando ligeramente hacia fuera, como se muestra en la imagen superior.
- Realiza una sentadilla y quédate abajo, lo más profundo que puedas (los talones deben permanecer pegados al suelo).
- No curves la zona lumbar, mantén la espalda recta y la mirada hacia el frente.
- Junta las manos y coloca los codos en el interior de las rodillas, como se muestra en la imagen de arriba. Ejerce presión progresiva para separar las rodillas y nota cómo se van abriendo tus caderas.
Si al intentar bajar te caes hacia atrás, puedes utilizar estos trucos para progresar. Por ejemplo, coge peso con las manos al frente, como una mancuerna o disco, lo que te ayudará a contrarrestar el desequilibrio. Otra opción es colocar un objeto como discos de pesas o libros bajo tus talones, lo que facilitará el movimiento mientras trabajas la flexibilidad de tobillos.
La idea es que poco a poco vayas reduciendo el peso que colocas en tus manos o bien reduciendo la altura del objeto que colocas bajo los talones, acercando estos cada vez más al suelo hasta que logres hacer la sentadilla asiática con los talones en el suelo.
2. Mala flexibilidad en los aductores
Los músculos aductores, ubicados en la parte interna de los muslos, necesitan estar lo suficientemente flexibles para permitir la posición correcta de las piernas. Te recomiendo dedicar un tiempo a estas posturas en tu práctica diaria:
Anjaneyasana (Postura de la luna creciente):
- Comienza en posición de perro boca abajo.
- Lleva el pie derecho hacia adelante entre las manos y baja la rodilla izquierda al suelo.
- Levanta el torso y extiende los brazos hacia el cielo.
- Empuja las caderas hacia adelante y siente el estiramiento en la cadera izquierda.
- Repite en el otro lado.
3. Tensión en las rodillas
Por último, la tensión en las rodillas es otra causa muy común. Y es que la falta de flexibilidad en las caderas y aductores puede transferir presión a las rodillas, causando dolor o incomodidad. Por ello es imprescindible que trabajes la movilidad de estas zonas y practiques las posturas anteriores.
Cómo hacer la postura del loto o Padmasana
Para realizar correctamente la postura del loto, sigue estos consejos:
- Empieza en Dandasana (postura del bastón): Siéntate con las piernas extendidas hacia adelante.
- Flexiona una pierna: Lleva el pie derecho hacia el muslo izquierdo, colocando el talón lo más cerca posible del abdomen.
- Flexiona la otra pierna: Lleva el pie izquierdo sobre el muslo derecho, también acercando el talón al abdomen.
- Ajusta las rodillas: Asegúrate de que ambas rodillas estén tocando el suelo y que no haya tensión en las rodillas.
- Mantén la columna recta: Alarga la columna vertebral, asegurándote de que la postura sea cómoda y estable.
Los beneficios de la postura del loto en yoga
La postura del loto ofrece numerosos beneficios tanto para el cuerpo como para la mente:
- Mejora la flexibilidad de las caderas y las piernas: Ayuda a estirar y fortalecer los músculos de las caderas, los muslos y las piernas.
- Promueve la estabilidad y el equilibrio: Fortalece los músculos de la columna vertebral y mejora la postura general.
- Calma la mente: La postura del loto es ideal para la meditación, ayudando a calmar la mente y reducir el estrés.
- Estimula la circulación sanguínea: Al sentarse en esta postura, se mejora la circulación en la región pélvica, beneficiando los órganos internos.